sábado, 3 de agosto de 2013

LOS TEMPLARIOS LA PATAGONIA

Templarios en la Patagonia La Orden Templaria comerciaba con Segundo Imperio de Tiwanaku, organizado por descendientes de vikingos daneses, sobre la base de lo que fuera el Primer Imperio de Tiwanaku, organizado por los descendientes de Troyanos.

La Orden Templaria llegaba con su flota hasta las costas del Brasil y allí embarcaba los lingotes de plata producidos por el Imperio Tiwanacota con destino a Europa.
No sólo comerciaron con Tiwanaku, sino que además intentaron cristianizar toda el área, a fin de debilitar al Imperio de descendientes de vikingos de Tiwanaku. Al par que establecieron bases en el sur argentino, en la Patagonia, entre las que se encuentran El Fuerte Argentino , el Valle de Telsen y, la Ciudad de los Césares
En el sitio web El Fuerte Argentino, relatamos nuestras exploraciones y descubrimientos en la Meseta "El Fuerte Argentino", sindicada por la Teoria de la Fundacion Delphos, como "base" de entrada de Caballeros Templarios a la Patagonia Argentina, portando el famoso Santo Grial. En dicho lugar, descubrimos importantes evidencias, entre las que se encuentran los asentamientos de construcciones y petroglifos gigantes que solo pueden verse desde el aire.
La Teoria de Delphos, sostiene que dicho Santo Grial fue internado en la Meseta de Somuncurá (que se extiende entre las Provincias de Chubut y Rio Negro), concretamente a través de la "Puerta" de entrada del "Valle Sagrado", que no es otro lugar que las cercanias de la pequeña Ciudad de Telsen en Chubut.
Estos Caballeros Templarios de raza Celta, probablemente de origen Galés, habrian tenido por lo menos 3 Asentamientos: uno en la Meseta conocida actualmente como "El Fuerte Argentino"(sobre el Atlántico), otro a la misma altura geográfica sobre el Oceano Pacífico y un tercer asentamiento en algun lugar no detectado aun en la Patagonia, confundido entre las múltiples leyendas de las "Ciudades de los Césares".
Las leyendas de las Ciudades de los Césares agrupan en una enorme "melange" de historias diferentes que incluyen: náufragos de barcos en el Canal de Beagle, Mitimaes Incaicos, la Expedición de César y otras tantas; pero entre toda esa confusión hay un relato de un asentamiento de "gente que no hablaba español" y ese es el tercer asentamiento, el que nos interesa.
Pero este es un tema que desarrollaremos en profundidad posteriormente, aportando pruebas contundentes.
EL hecho concreto (siempre siguiendo la teoría de Delphos) es que a la llegada del Conquistador español, los Caballeros Templarios, custodios del Grial en la Patagonia, se habrian internado por propia voluntad al interior de la desolada Meseta de Somuncurá.
Abandonaron asi "El Fuerte", la "Ciudad de los Cesares" y el Fuerte sobre el Pacífico (hay indicios de la existencia del mismo), ocultando el Grial debajo de la Meseta, en los Túneles Interocéanicos que unen el Pacifico y el Atlántico por debajo del continente (túneles que realmente existen y que han sido investigados por dicha Fundación Delphos, pero no dados a conocer, puesto que se trata de una entidad mística que no difunde todos sus conocimientos al público general.
Qué sentido tenía que un grupo de galeses se internaran en la Patagonia entre medio de salvajes en 1865?
En esas épocas todavía esas tierras no habían sido conquistadas por el Ejército Argentino y eran dominio exclusivo de los pocos Tehuelches que sobrevivieron al Genocidio a que los sometieron los Mapuches (araucanos) provenientes de Chile.
Además, teniendo en cuenta que el Gobierno Argentino les había ofrecido tierras fértiles en la Provincia de Santa Fé, ¿qué sentido tenía ir a pasar penurias en esas desoladas tierras, si no hubieran sabido de antemano que "algo había"?
Por último, la llegada de miembros de las SS del Partido Nazi Alemán a tierras patagónicas, en búsqueda del Santo Grial, aporta más complejidad a esta intricada trama de siglos.
Todo un camino jalonado de hechos extraños, cruces templarias, anécdotas, leyendas, toda una trama excepcional, que iremos develando a lo largo de estas páginas.
La Comisión Arqueológica de Planetarios.com ha realizado un ingente esfuerzo económico y multidisciplinario para presentar una teoría integradora al respecto, dejando de lado los aspectos místicos de la materia sobre si el Grial está o no en la Patagonia; pero en la total convicción que si hubo presencia templaria en la Patagonia y, que ésta, fue causa de muchísimos incidentes de relevancia histórica.
Sin embargo el alcance de nuestras investigaciones va mucho más allá de establecer la presencia precolombina de la Orden Militar Templaria y sus posibles implicancias místicas de un Santo Grial,Bastones de Mando, etc, sino que nos internamos profundamente en el estudio de la presencia de culturas foráneas como la vikinga desde el Tiwanaku hasta Tucumán, Cerro Corá y Brasil.
Nuestro trabajo a travesará 2 mil años de historia, en donde se cruzarán múltiples culturas, hechos históricos, leyendas y todo se enlazará en una sola línea argumental, que podrá ser discutible o no, pero que no dejará de tener el mérito de dar por primera vez, una visión coherente, integradora de la materia en cuestión.
Temas como los Comechingones, Cerro Uritorco, los Vikingos de Tafi del Valle en Tucumán, los vikingos en Cerro Corá en Paraguay, el "Imperio de la LLanura" en Santiago del Estero, El Fuerte Argentino, las Ciudades de los Cesares, las Expediciones de Garay, Ayolas, Las Invasiones Inglesas y tantos enigmas de la historia Argentina empezaran a tener "un nuevo sentido" a partir de la lectura de estas paginas.
Entre los descubrimientos colaterales de todas nuestras investigaciones, hemos podido demostrar en forma clara la influencia cultural troyana y vikinga en la Cultura de los Menhires de Tafí del Valle en Tucumán.
Efectivamente, a la vista de todos los turistas, en el Parque Reserva Arqueológica de los Menhires, en la localidad de "Los Mollares", cercana a la Ciudad de Tafí del Valle (provincia de Tucumán), se ve la imagen del Dios Thor de los Vikingos en uno de los menhires, la imagen de "El Barbado de Tafí" y un Guerrero con Casco Vikingo.
 
 

LOS QOM


Pueblo: Qom
La palabra “toba” que se ha aplicado al pueblo qom
proviene de la terminología con que los
designaban los guaraníes, y posteriormente los espa
ñoles, quienes los denominaban también
“frentones”. Por su lengua y organización social, s
on mucho más parecidos a los mocovíes y a
los pilagá que a otros pueblos de la región chaqueñ
a.
Fueron el principal objetivo de las campañas milita
res del siglo XIX y comienzos del XX,
tendientes a su pacificación y asentamiento en colo
nias y reservas. El final de estas campañas
militares marcó el inicio de su integración a la ec
onomía y a la vida regional, así como la
limitación del espacio que dominaban antiguamente.
Fueron concentrados en reducciones y
misiones, controladas por el estado nacional y por
la iglesia católica, y desde entonces
formaron parte de los contingentes de trabajadores
que se enviaban periódicamente a los
ingenios azucareros de Salta y de Jujuy, así como a
l Ingenio Las Palmas, en la provincia del
Chaco. También fueron reclutados para los duros tra
bajos de desmonte de la empresa La
Forestal y de trazado del ferrocarril.
Avanzado el siglo XX, se incorporaron como pequeños
productores a la explotación
algodonera, actividad en la que ya participaban com
o cosecheros, tal como lo hacen
actualmente. Muchas familias comenzaron procesos de
migración hacia centros urbanos como
Resistencia, Santa Fe, Rosario, Buenos Aires y La P
lata, ciudades en las que tienden a
concentrarse en barrios mayoritariamente qom. Las f
amilias migrantes no han perdido los
lazos con sus comunidades de origen y tratan de man
tenerlos activos en visitas periódicas.
Por otro lado, en las ciudades fue posible completa
r procesos de escolarización, y muchos de
los dirigentes actuales provienen de esas familias
qom, residentes en áreas urbanas
entrenados en el reconocimiento de los mecanismos j
urídicos y administrativos que pueden
usarse en beneficio de los reclamos étnicos. Esto n
o evita que, en muchos planos de la vida, los
tobas experimenten los conflictos y tensiones que s
e plantean entre la costumbre nativa, o
qom lataGak
, y las instituciones
doqshi
, que regulan la vida de la sociedad argentina.
Asesora: Ana María Gorosito Kramer
http://pueblosoriginarios.encuentro.gov.ar

Los Mandamientos Indios –

Escribió el Jefe Nube Blanca:
"Tus mandamientos religiosos fueron escritos en tablas de piedra por el dedo flameante de un dios enfadado. Nuestra religión fue establecida por las tradiciones de nuestros ancestros, y los sueños que les fueron dados a nuestros mayores durante las horas de silencio nocturno por el Gran Espíritu y las premoniciones de los sabios escritas en el corazón de todos los hombres.
No necesitamos iglesias, porque todo lo que se discuta sobre Dios no nos interesa. Muchas cosas se pueden discutir sobre el hombre, pero nunca sobre Dios. El hombre blanco pensó regular la naturaleza y cambiarla según sus ideas.
Nunca fue comprendido por el piel roja. Nosotros creemos que el Gran Espíritu ha creado todas las cosas. No sólo la humanidad, sino también los animales, las plantas y las rocas. Todo en la tierra y entre las estrellas tiene alma verdadera y toda vida es sagrada.
Pero tú no comprendes nuestras oraciones cuando se dirigen al sol, la luna y el viento. Nos has juzgado sin comprendernos. Sólo porque nuestras oraciones son diferentes. Pero somos capaces de vivir en armonía con toda la naturaleza. Toda la naturaleza está dentro de nosotros y nosotros somos parte de la naturaleza.
Los Mandamientos       
                    
Trata la Tierra y a todo lo que hay en ella con respeto. 

Muestra gran respeto por tu semejante. 

Trabaja junto para el beneficio de toda la Humanidad. 

Da asistencia y cariño donde se necesite. 

Haz lo que creas que está bien. 

Mira después el bienestar del cuerpo y la mente. 

Dedica una parte de tus esfuerzos al bien común. 

Sé sincero y honesto siempre.

Hazte responsable de tus actos.


viernes, 2 de agosto de 2013

NIÑOS MAPUCHES

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El fin de la inocencia: niños Mapuche agredidos y criminalizados por el Estado
jueves, 04 de julio de 2013
pichikeche_basta_de_represion_contra_ninios_mapuche.jpgGolpes de puños, culatazos y persecución es la vida cotidiana de los adolescentes y niños de las comunidades Mapuche. Gabriel Valenzuela de Wente Winkul Mapu ya cumplió 53 días en huelga de hambre, su caso es el rostro de pequeños que crecen en medio de la violencia en los allanamientos y procesos judiciales del Estado chileno contra el Pueblo Mapuche. La comunidad  Wente Winkul Mapu a veces puede ser un remanso en medio de la agitación permanente. Ubicada en la comuna Ercilla, cincuenta familias mapuches viven de la siembra y cosecha de maíz, avena y vegetales. Ese es el caso de la familia de Gabriel Valenzuela, el joven mapuche que lleva 53 días en huelga de hambre. Su padrastro, Luis Melinao es werkén (vocero) de la comunidad y su madre, Teresa Montoya trabaja en la venta de verduras en el mercado de Collipulli. Eso cuando no pasan en las audiencias o visitando a su hijo.
Antes de la detención de Gabriel vivían y trabajaban todos juntos, a veces tenían días buenos como todas las familias, hasta que llegó la mala racha. Ese paisaje verde y silencioso que se impone en medio de quebradas, se vuelve un infierno cuando son golpeados por los allanamientos con sus filas de carros policiales y balines que alcanzan a ancianos y a niños de la comunidad.
-A Gabriel le encantaban los caballos- dice Luis.
Y habla en pasado, porque su hijastro ahora parece otra persona, pesa diez kilos menos, tiene depresión y siempre lo invaden las náuseas. En dos ocasiones fue trasladado de urgencia al hospital de Nueva Imperial por las continuas taquicardias. Luis cree que su hijo está enfermando de pena. Gabriel a veces es un espectro que pide a su familia.
no_mas_violencia_a_pichikeche_mapuche.jpgEl joven está imputado como coautor de los actos que derivaron en la muerte de Héctor Gallardo, un vecino y parcelero de la comuna de San Ramón de Ercilla. Por la misma causa, también se encuentra imputado Luis Marileo y Leonardo Quijón quienes están en prisión preventiva en la cárcel de Ángol.
Pese a todo, Gabriel sostiene su decisión de no comer y sólo ingiere líquidos, esta una batalla que dará hasta que no se reconozcan sus demandas como preso político mapuche. Él y su defensor Nelson Miranda denuncian falta de transparencia en el proceso judicial, la dilatación del cierre de la investigación y el daño que le provoca la distancia con su familia. Lleva más de diez meses encerrado y exige que se le traslade a la cárcel de Angol para que pueda estar cerca de otros comuneros y reunirse con sus padres más de una vez por semana.
Hoy las visitas son un gran sacrificio.
“Nos sale tres mil pesos el bus y nos demoramos más de dos horas en viajar hasta la cárcel de Chol Chol”, explica su padrastro para detallar cómo el encarcelamiento de Gabriel ha desestabilizado la familia. Antes de todo, el joven cuidaba de sus cuatro hermanos menores mientras sus padres iban a trabajar al mercado. “No es mucho lo que ganamos y cada vez que visitamos a Gabriel debemos pagar 3 mil pesos en un viaje de bus para una distancia de casi más de dos horas, queremos estar cerca de él”, dice Luis.
Nelson Miranda, el abogado defensor de Gabriel Valenzuela comenta el joven mapuche se entregó de forma voluntaria, apenas supo que se le inculpaba de la muerte del parcelero, además se presentaron testigos que declararon que Valenzuela se encontraba lejos del lugar cuando pasó todo. “Fue un testigo protegido que afirmó que reconoció su voz a más de 50 metros, de noche, porque lo había escuchado hablar en una micro, es algo muy injusto, este es otro motivo para su huelga de hambre”, dice Miranda.
Según el abogado, el período fijado inicialmente para la investigación de esta causa era de cuatro meses, pero la preparación del juicio sólo comenzó el once de abril y se detuvo en esa misma jornada, allí se quedó congelada desde entonces. “En esa ocasión, el fiscal Luis Chamorro se negó a obedecer la resolución del juez Claudio Campos que, a pedido de la defensa, le obligaba a dar a conocer dos oficios referidos a medidas de protección de testigos, e interpuso un recurso que fue rechazado por la Corte de Temuco. El 28 de mayo, la Fiscalía apeló a este dictamen, ahora esta situación deberá ser resuelta por la Corte Suprema. Mientras tanto, los imputados seguirán recluidos sin haber sido condenados, ya van a cumplir diez meses tras las rejas”, comenta.
Nelson Miranda relaciona el caso de Gabriel con el testimonio que hizo para la inhabilitación del fiscal Chamorro. El joven mapuche prestó declaración ante la Corte de Temuco tras el violento allanamiento en junio de 2012, durante la cual recibió un disparo de escopeta en la espalda y varios miembros de su familia sufrieron graves heridas.
Infancia robada
ninios_mapuche_detenidos.jpgKarina Riquelme es abogada defensora de comuneros mapuches de la Comunidad Autónoma Temucuicui, explica que el caso de Gabriel es un ejemplo de una realidad que golpea a niños y jóvenes de las comunidades. Dice que desde hace siete años le ha tocado observar cómo los pequeños conviven con la presencia policial y han tenido que asimilar procedimientos que son llevados a cabo sin ningún tipo de protocolo que contemple respetar sus derechos. “Debemos recalcar que el estado de Chile es parte de la Convención de los Derechos del niño, sus organismos tienen el deber de respetarlos. Tampoco se instruye a las fuerzas policiales a realizar sus procedimientos”, explica. A Riquelme, lo que más le llama la atención de este problema es que los niños no sonríen, y su seriedad se intensifica en la medida que crecen, todo producto de la persecución policial. Riquelme insiste que la represión en la Araucanía es pan de cada día, sobretodo para comunidades que se encuentran luchando por derechos ancestrales. “Al no existir de parte del estado una respuesta eficaz al problema, se utiliza la criminalización para mantener a sus dirigentes ocupados en materias judiciales”, aclara.
Para ella, un ejemplo claro ha sido el caso de Vania Queipul, werkén de Temucuicui, e hija del Lonko, quien ha sufrido su criminalización desde los 15 años, fue absuelta en un primer juicio y hace muy poco tiempo condenada en un segundo proceso. “Su primo Patricio Queipul también sufrió constantes detenciones y numerosas criminalizaciones y estuvo clandestino para no ser juzgado por la Ley antiterrorista”, recuerda.
Nelson Miranda insiste en ese punto y comenta que los adolescentes y niños son el grupo etario mapuche que más ha sido dañado por la represión policial. “Ellos viven en medio de allanamientos que son verdaderos asaltos armados en contra de sus comunidades. Son muchos menores que han debido pasar largos periodos en prisión preventiva (…) El daño a la niñez mapuche en las comunidades es inconmensurable, es una generación marcada por los efectos post traumáticos”, enfatiza.
Anuar Quesille, Abogado del Área de Protección Legal de Unicef Chile, comenta que hace cuatro años comenzó una escalada de denuncias de violencia y aún cuando su trabajo se dedicaba a la educación intercultural, debido a estos hechos de violencia en contra de menores, hoy está enfocado en la elaboración de un plan de trabajo en coordinación con los organismos públicos y la sociedad civil. “No son denuncias informales, por ejemplo hay fallos de los Tribunales de Justicia donde se ha llamado a las policías a no efectuar interrogatorios informales al interior de los colegios como fue el caso de la escuela Blanca Lepin…” explica.
El caso que cita se refiere recurso de protección que se interpuso a favor de dos menores mapuches de diez años de la comunidad indígena Muko Bajo y en contra de la Prefectura de Carabineros de Cautín y de la Policía de Investigaciones de Chile. Los niños fueron interrogados y amedrentados para consultarles por nombres y paraderos de comuneros, pese a su corta edad.
“Enfatizamos que las policías tienen el rol y el deber de garantizar el orden público y de cumplir órdenes como dar cuenta de una orden judicial, pero a su vez nunca deben perder de vista el respeto por los derechos de las personas y particularmente por los niños mapuches que están en la comunidades, y es evidente que cuando la justicia se pronuncia y dice que hubo casos en los cuales hay niños lesionados con informes sicológicos, periciales y constatación de lesiones, nosotros hemos hecho comunicados públicos donde llamamos a las policías a ajustar sus procedimientos a la Constitución”, aclara.
Mientras tanto, Gabriel seguirá esperando estar más cerca de sus padres y que se reinicie su proceso. Para su comunidad, él es un joven valiente que no depondrá la huelga hasta ser trasladado. “Necesito seguir fortaleciendo mi identidad, necesito conversar en cada mañana con algún peñi, sobre mis Pewma (sueños), conversar sobre nuestros procesos, conocer más de nuestra historia territorial, familiar. Y acá, a más de 3 horas de viaje, en otro territorio, una vez por semana, es imposible…” reveló en uno de sus últimos comunicados. Gabriel no baja los brazos.
Las agresiones que sufren los niños
menor_mapuche_baleado_x_colono_urban.jpgEn 2004 un informe del Servicio de Salud Araucanía Norte reveló cómo las visitas, allanamientos y la constante vigilancia de Carabineros, Investigaciones, Fuerzas Especiales y fiscales afectaban a los habitantes de las comunidades mapuches. El documento, a cargo de La psicóloga Claudia Molina, de la Comisión Europea de Derechos Humanos y Pueblos Ancestrales (CEDHPA,  denunciaba que los niños eran golpeados contra el suelo y la pared, que recibían culatazos con armas de fuego y alertó sobre los efectos traumáticos que tenían por ser testigos de fuertes escenas donde sus padres y otros familiares son constantemente agredidos.
El documento arrojó también que los pequeños pasan de un polo a otro en sus emociones, lloran con facilidad, asisten cansados al colegio y tienen dificultades para conciliar el sueño, porque duermen a sobresaltado producto de las pesadillas.
Dentro de otras agresiones en informes más recientes, la sicóloga agrega que los menores de edad mapuches son víctimas de torturas, secuestro, amenazas de muerte a ellos o familiares cercanos, que son amedrentados con armas para que delaten a referentes significativos de sus comunidades.
Dentro de los apremios ilegítimos que se producen en los interrogatorios los menores son esposados por largos periodos de tiempo, son perseguidos por helicópteros policiales y han sido víctimas de heridas con perdigones o balines. “Otra forma de agresión es el encarcelamiento de sus padres u otros cercanos, que provocan daños a nivel vincular y de apego, los hijos de los comuneros perseguidos padecen síntomas asociados a los trastornos de la ansiedad por separación (…) Hechos en que los responsables quedan totalmente impunes. Las agresiones en las escuelas como interrogatorios, vigilancia, toma de fotografías implican una invasión de todos sus espacios cotidianos, con eso pierden toda sensación de seguridad”, remata. // El Dinamo
 
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Historia Mapuche

  • La guerra que el Estado chileno declaró al Pueblo Mapuche hace 150 años aún no ha terminado. La república criolla que el 18 de septiembre celebra su bicentenario lanzó en 1861 una guerra de exterminio contra todo un pueblo, que se extendió hasta 1883. La ocupación militar de la Araucania, el territorio al sur del Bio Bio, terminó con 260 años de autonomía Mapuche que debió aceptar la corona española por conducto del Parlamento de Quilín, el 6 de enero de 1641, que reconoció la frontera y la independencia de hecho del Pueblo Mapuche.
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lunes, 29 de julio de 2013

SER NIÑO HUACHO EN LA HISTORIA DE CHILE. GABRIEL SALAZAR

SER NIÑO HUACHO EN LA HISTORIA DE CHILE. SIGLO XIX. GABRIEL SALAZAR.
Los niños – según se cree – no hace historia. Los niños no eligen gobernantes. No son, tampoco gobernantes. No organizan Estados. No declaran guerras. No se matan entre sí, ni destierran a sus semejantes. No despliegan políticas económicas ni acumulan capital. No contratan sirvientes. No masacran a los pueblos. No difunden utopías


“Ser niño “huacho” en la historia de Chile” (Siglo XIX)

Los niños – según se cree – no hace historia. Los niños no eligen gobernantes. No son, tampoco gobernantes. No organizan Estados. No declaran guerras. No se matan entre sí, ni destierran a sus semejantes. No despliegan políticas económicas ni acumulan capital. No contratan sirvientes. No masacran a los pueblos. No difunden utopías.
Contexto histórico del siglo XIX:
                El siglo XIX chileno se caracterizo por ser un siglo muy convulsionado, donde nuestra historia nacional se vio envuelta en muchos sucesos de los cuales se han historiado en su mayoría, los más relevantes, dejando de lado el “lado B” de cada uno de ellos, como por ejemplo, la temática de los niños, sus problemáticas, sentires y pesares, y es esta la invitación de la clase de hoy, develar su historia, composición y asistencialidad.
                El siglo XIX parte con la independencia de nuestro país (1810), en conjunto con una postergación económica (monopolio por parte de España), una economía minera incipiente, gastos bélicos, entre otros.
                A partir del año 1830 en adelante, una vez consolidada nuestra independencia, nuestro país busca fortalecer y robustecer sus cimientos para convertirse en un país desarrollado acorde a los tiempos y otros países. Es por ello, que la consolidación parte por la parte política y sus proyectos tanto económicos como sociales. En la búsqueda de consolidación, es que se hace un llamado a los extranjeros (colonización), específicamente italianos, alemanes y franceses a hacer ocupación de nuestro territorio sureño, cuyo fin era la internación de sus hábitos y cultura.
                En el ámbito económico, se da un vuelco hacia la agricultura y ganadería, siendo un siglo eminentemente rural, generándose un creciente éxodo del campo a la ciudad, que durará hasta principios del siglo XX.
                En el ámbito social, la pobreza extrema, insalubridad, hacinamiento, falta de educación vinieron a englobar aún más los acontecimientos de este siglo.
                Por otra parte, este es un siglo plagado de desastres tales como terremotos, epidemias, (escarlatina 1827, viruela 1833, gripe 1835, tifus y viruela 1864 – 65, viruela 1870 - 1873),  plagas, roedores, guerras, crisis económicas, promulgación leyes laicas (1880 - 1884).
Antecedentes
-“La impresión que los niños no interesaban, sino en función de que llegarían a ser adultos que ayudasen a sus padres en el trabajo. La niñez se entendía, pues, como una etapa en la cual se proporcionaban los cuidados mínimos que garantizaran la subsistencia”. (Pablo Artaza; Mujer y relaciones de pareja. Chile siglo XIX.)
-A fines del siglo XIX, sólo en Santiago, se fundaron trece instituciones para niños pobres y desamparados. “El aumento de los expósitos no puede ser más evidente. Su ritmo siempre va en alza, paulatinamente, hasta el primer cuarto del siglo XIX; fuerte, en la década de 1830 – 1839, y decididamente brutal a partir de 1840. Entre 1770 – 1829, el número de abandonados aumenta casi un 107%, hacia 1870, ha subido a un 1.720%. Así un creciente número de niños pasó la totalidad o gran parte de su infancia bajo el cuidado de algún establecimiento de beneficiencia” (RHSM)
                Dentro de este marco histórico, los niños eran considerados pequeños adultos, no se tomaba en cuenta sus deseos, sentimientos, juegos entre otros, a diferencia de hoy, ni mucho menos sus derechos, sólo los deberes. Entonces habría que hacer la siguiente interrogante, ¿de qué modo, todos estos sucesos irrumpen en la historia de los niños?
Orfandad en el Chile tradicional:
Culpa y llanto de Rosaria Araya (Ponencia presentada en el Seminario “Sociedad agrícola y minera chilenas, en la Literatura y en la Historia”, organizado por el Departamento de Historia de la Universidad de Santiago, 1989):
                Campesina perteneciente al Valle de Illapel (Provincia de Choapa, Región de Coquimbo), joven soltera de 26 años y al momento de esta historia, se encontraba 8º mes de embarazo. Rosaria Araya, según los registros de la época había sido embarazada (según se supo) por Matías Vega, peón de 26 años, soltero, del mismo valle.
                Rosaria, pese a su avanzado estado, se mostraba “siempre ájil para trajinar”, aún cuando tuvo que ir a retirar un buey que había muerto al caer a un barranco. José Simeón, el gobernador, estaba en verdad asombrado por la vitalidad de Rosaria Araya. Sobre todo cuando supo que ella, después de esa subida, “iso otra, también al cerro, casi a igual distancia, i en la que anduvo sin fatigarse”. ¿No era asombroso? Sin embargo, poco tiempo después, ya “no pudo dormir de ninguna manera sino sentada”, y al frisar los nueve meses se hizo necesario prestarle ayuda cuando quería pararse, debido al mucho peso de su barriga. Aunque “puesta de pie, pudo siempre andar i ocuparse en los quehaceres domésticos”. El gobernador de Illapel tenía razón: Rosaria Araya era una joven campesina fuerte, vital y animosa. “El día cartoce de setiembre del presente año de 1845, entre cuatro i cinco de la tarde, le principiaron los dolores…” Se dio aviso a la madre. Se hizo venir a Damiana Soto, para que colaborase en el parto. Y ante ellas, como a las siete y media de esa misma tarde, sin mayores complicaciones, vino el parto y nació un varón. Unos instantes después “también vino la par”, con lo que la parturienta se sintió más aliviada. Viendo eso, las comadronas “la echaron a la cama, quedando con algunos dolores, aunque pequeños”.
                Durante dos días, obedientemente, Rosaria Araya permaneció en la cama. Estaba bien, pero “con dolores muy lentos”. Su enorme barriga estaba, también, allí. Presente. Sin deshincharse, como si nada hubiera pasado. Como si tuviera voluntad propia. O fuera ajena a la vida del hijo que había expulsado fuera de sí. Algo extraño estaba ocurriendo en esa barriga. Rosaria Araya sintió miedo. Y se puso tensa.
                Sorpresivamente, entre ocho y nueve de la mañana del tercer día, la gran barriga comenzó a retorcerse con dolores rápidos y agudos. Rosaria creyó perder el control de sí misma. Alguien corrió a buscar a Pascuala Barrera, “la que abiendo venido muy pronto, i pulsando a la paciente, dijo que era parto”. Previniendo un parto difícil, la madre hizo traer a un hombre, “para que las ayudase teniéndola”. Y a las diez de la mañana nació una mujercita, seguida de la par. Tras su segundo parto, Rosaria Araya se vio bien. No presentaba síntoma alguno de fatiga. Parecía recuperada. Recibió un poco de caldo y, ya animosa, pidió jugo de chagurires. Todo estaba normalizándose. Pero otra vez, como a las once, “le apuraron nuevos dolores, y en término de una ora nació otra hembra, i luego salió también la par”. ¿No era eso demasiado? ¿No era eso, ya, una maldición? ¿Y por qué la gran barriga seguía hinchada? Fue entonces cuando Rosario Araya, vencida al fin, estalló en una gran desesperación. Y así lo registró José Simeón, el gobernador: “Por esta tercera se afligió la paciente demasiado, recordando su pobreza i la de sus padres, diciendo qué aria con tantos hijos i cómo se vería para criarlos pues era tan pobre, por lo que deseó mas bien morir”. La madre y las otras mujeres que la auxiliaban se esforzaron por consolarla y tranquilizarla. Que no se afligiera. Que no iba a morir. Que entre todos la ayudarían a cuidar de sus hijos…y era la una y media del día 17 cuando, de nuevo, la gran barriga comenzó a retorcerse furiosamente. Y durante tres horas la parturienta se revolvió en su cama, transpirando, llorando, gritando. Y eran las cuatro bien pasadas cuando de la gran barriga emergió otra hembra…”Entonces lloró, se lamentó, i esclamó al cielo nuevamente, gritando que la privase de la vida, pues se creía ser la crítica de todos por aber tenido tanto niño, i lo peor, no tener con qué alimentarlos”…y estaba llorando y gritando cuando la barriga se retorció y los dolores atacaron nuevamente. La partera, tranquila, dijo que era la par. Pero Rosaria estaba ya fuera de sí, no escuchaba a nadie y “se aflijio tanto, creyendo que era otra criatura, que la partera retrocedió, i ella, sintiendo ese gran dolor, dijo que iba a morir muy pronto, i habló a su madre, pidiéndole perdón, como también a todos los que la auxiliaban, i dando un fuerte quejido, al momento, expiró”.
                Las criaturas que alcanzaron a nacer fueron, pues, cuatro: un varón y tres hembras. Según José Simeón, todas ellas fueron muy crecidas y robustas, “tanto como el que nace solo. El varón fue llamado José María, “i se cria en casa de Juan Godoy, recogido en ésta por caridad”. La mayorcita de las hembras se llamó Mercedes del Rosario, “i la cria escasamente Damiana Soto, pues es demasiado pobre”. La que seguía fue llamada Carmen Jesús: “está en casa de la abuela en la mayor escasez por su pobreza”. Y la menor se llamó, simplemente Jesús, “i la cria Damiana Vega, también en mucha pobreza”.
                Todos los campesinos pobres que auxiliaron a Rosaria Araya en el día de su culpa y llanto cumplieron, pues, lo que habían prometido: criar a sus hijos con la ayuda de todos. Fueron, por eso, hijos huachos, y a la vez, hijos del pueblo. También los cielos cumplieron con su pedido: le concedieron la muerte, para evadir (o pagar) la gran culpa de haber tenido tantos hijos en tan grande miseria.

 

 

 

 
 

El trabajo infantil en Bolivia

¿Cuántas niñas y niños trabajadores hay en Bolivia? El baile de cifras dadas por administraciones públicas e instituciones hace que muchos de ellos corran el riesgo de permanecer en la invisibilidad. ¿Qué hacer para abordar la situación?
Los elevados índices de pobreza desde hace varios años han afectado la esfera de ocupación de las mujeres, los niños, niñas y adolescentes, situación que se refleja en “el padrón de ocupación laboral que se modificó sustancialmente, provocando una masiva inserción de mujeres, jóvenes y niños al mercado laboral”
De acuerdo a los índices oficiales, actualmente existen 171 millones de niños trabajadores en todo el mundo. Situación que también se refleja en la realidad boliviana, donde según el Programa de las Naciones Unidas “4 de cada 10 niños trabajan” y “En Chuquisaca, de acuerdo a los datos oficiales emitidos por el INE, trabajan 22.101 niños, niñas y adolescentes en edad escolar (es decir el 13% de 161.749) y en Sucre existen 8.880 niños, niñas y adolescentes en edad escolar que trabajan (es decir el 14% de 6127Pero un aspecto que llama la atención es que los datos oficiales en Bolivia se contradicen ya que existe una “falta de coincidencia entre las distintas fuentes oficiales, por ejemplo, en el año 2001, la MECOVI reportaba la existencia de más de 725 mil niños, niñas y adolescentes trabajadores en Bolivia, mientras que el censo 2001 registraba 313 mil en el país”
Además, “los datos del Censo de Población y Vivienda subestiman la verdadera magnitud de niños, niñas y adolescentes insertos en la actividad económica” y este hecho marca el principio de la invisibilidad y la alta vulnerabilidad a la que se enfrentan, ya UNICEF hablaba de la invisibilidad de la que son sujetos ya que “pueden volverse invisibles, desapareciendo del punto de mira de sus familias, comunidades y sociedades, así como de los gobiernos”, es el caso de los niños que trabajan en Chuquisaca ya que no existen desarrolladas políticas públicas de atención a esta situación, dejando a los niños, niñas y adolescentes en situación de trabajo sumidos en la exclusión socioeconómica y educativa de la que son sujetos.
Aunque ya en 1989 la Convención de los Derechos de la Infancia especifica los derechos infantiles destacando “el derecho de todo niño y niña a ser protegido/a contra cualquier explotación económica y realizar trabajos peligrosos o que puedan interferir en su educación”, la realidad nos muestra que día a día los niños, niñas y adolescentes en situación de trabajo sufren explotación y la violación de sus derechos fundamentales como el derecho a la educación a la salud y a la protección departe del estado, los empleadores y los propios padres y madres.
En Chuquisaca particularmente las entidades públicas hasta la fecha han desarrollado actividades puntuales y aisladas, sin seguir una estrategia departamental, realizando acciones de poco impacto, que no atienden las causas estructurales del trabajo infantil y por tanto no repercuten significativamente en una solución verdadera a la situación de los niños, niñas y adolescentes en situación de trabajo sumidos en la exclusión socioeconómica y educativa de la que son sujetos. Aunque ya en 1989 la Convención de los Derechos de la Infancia especifica los derechos infantiles destacando “el derecho de todo niño y niña a ser protegido/a contra cualquier explotación económica y realizar trabajos peligrosos o que puedan interferir en su educación”, la realidad nos muestra que día a día los niños, niñas y adolescentes en situación de trabajo sufren explotación y la violación de sus derechos fundamentales como el derecho a la educación a la salud y a la protección departe del estado, los empleadores y los propios padres y madres.
En Chuquisaca particularmente las entidades públicas hasta la fecha han desarrollado actividades puntuales y aisladas, sin seguir una estrategia departamental, realizando acciones de poco impacto, que no atienden las causas estructurales del trabajo infantil y por tanto no repercuten significativamente en una solución verdadera a la situación de los niños, niñas y adolescentes en situación de trabajo, actualmente no existe ninguna estrategia de eliminación del trabajo forzoso, ni programas puentes de erradicación del trabajo infantil, exceptuando el programa “Mi primer empleo digno” dirigido a mayores de 15 años, dejando de lado la atención de miles de niños y niñas menores de 14 años que cada día se ven en la necesidad de trabajar.
Los niños y niñas tienen derecho a ser protegidos y atendidos por el estado, ya que de acuerdo al Código niño, niña y adolescente “las defensorías de la niñez y adolescencia y las dependencias pertinentes a las direcciones departamentales de trabajo, tienen la responsabilidad de velar y asegurar para que se efectivicen los derechos y la protección integral establecidos para el derecho a la protección en el trabajo”. Actualmente los propios niños y niñas en situación de trabajo se han organizado para defender sus derechos a nivel de Bolivia en la UNATSBO y en Chuquisaca en la FEDNAYJTS (Federación de Niños, Niñas, Adolescentes y Jóvenes Trabajadores) pero sus demandas no son atendidas.
Frente a esta realidad el Observatorio de Derechos Humanos y Centro de Recursos de Información, que es una red de 27 organizaciones de la sociedad civil (ONG, fundaciones y organizaciones sociales) y entidades públicas y del estado (como la Defensoría del Pueblo y la Jefatura Departamental de Trabajo) ha conformado una Comisión de Niñez, Adolescencia y Juventudes, que tiene como una línea prioritaria de atención el Trabajo Infantil, y en una fecha tan particular como el 12 de junio, Día Mundial contra el trabajo infantil, en el marco de la campaña de sensibilización e incidencia pública por los derechos Todos x Todas. Tod@s x los derechos recuerda a las nuevas autoridades departamentales y municipales que tomen en cuenta el pronunciamiento emitido ya el 20 de Noviembre del 2009 por la Defensoría del Pueblo con el apoyo del Observatorio de Derechos Humanos y Centro de Recursos de Información que especifica

EL TRABAJO INFANTIL EN EL SALVADOR

¿Qué es el trabajo infantil? El trabajo infantil es toda actividad económica o de supervivencia, remunerada o no, ya sea en el sector formal o informal, realizada por personas por debajo de la edad mínima establecida para la admisión del empleo y que atenta contra su desarrollo pleno.

En El Salvador, desde hace décadas, ha existido la práctica de utilizar a los niños y niñas como fuerza laboral no remunerada dentro del núcleo familiar, especialmente en el área rural y en menor escala en el sector urbano, y es un fenómeno que se vive sobre todo en aquellas familias con bajos ingresos económicos.

Pero aunque este fenómeno está arraigado culturalmente en la sociedad salvadoreña, sobre todo en las zonas rurales, en las que se percibe el trabajo infantil como necesario e indispensable dadas las condiciones económicas precarias (pobreza y extrema pobreza en la que viven), El Salvador ha venido dando pasos para conocer la problemática y trabajar en su disminución y erradicación.

El Salvador es país signatario de los compromisos internacionales de protección integral de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, y ha ratificado los convenios de la OIT relativos a la edad mínima para la admisión del empleo (138), y el convenio 182 sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil. Unido a eso, en 2009, el Estado salvadoreño adoptó como política pública "la Hoja de Ruta", la cual establece la eliminación de las peores formas de trabajo infantil.

Según datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de 2010 realizada por la Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC) del Ministerio de Economía, todavía hay en el país 177,070 niñas, niños y adolescentes ente 5 y 17 años de edad realizaban algún trabajo para ayudar a la economía familiar, lo que representa que uno de cada 10 niños salvadoreños realizó algún tipo de actividad laboral en ese año.
Dicha cifra, sin embargo, representa una reducción del 6.2% con respecto a 2009

Del total de menores trabajando registrados en 2010, un 62.1% vive en las áreas rurales del país. También de esas mismas cifras se desprende que la mitad de la fuerza laboral infantil trabaja en actividades agropecuarias; mientras que un 27.7% lo hace en comercio, restaurantes y hoteles, y un 10.4% en la industria manufacturera, y un 3.1% en el área de servicio doméstico. La EHPM 2010 determinó además que la gran mayoría de niños y niñas, un 60.9% en total, trabaja sin remuneración en establecimientos familiares, y otros 21.68% fungen como asalariados temporales.

Otro dato interesante es que el 41.56% de la población infantil que trabaja no estudia; pero en el área urbana esto representa 43.08% y en menor magnitud en el área rural, con un 39.07%.

Por grupos de edad se observa que la mayoría tiene una edad entre 10 a 17 años, esto último, sustenta la hipótesis de que a medida que aumenta la edad, mayor es la probabilidad de incorporarse al mercado laboral.

Haciendo una comparación de los resultados de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010 observamos que durante los primeros años se evidenció un notable descenso en la población infantil y juvenil trabajadora, mientras que en 2008 vuelve a mostrar un incremento para nuevamente mostrar una reducción en 2009 y una más significativa en 2010.


Año
Total
Rango de edad / Años
5 a 9
10 a 14
15 a 17
2005 208,213 5.30% 43.80% 49.90%
2006 205,209 3.60% 42.00% 54.40%
2007 172,588 3.40% 43.70% 52.90%
2008 190,525 3.80% 46.30% 49.90%
2009 188,884 3.60% 41.70% 54.70%
2010 177,070 2.95% 39.95% 57.09%

Fuente: Encuestas de Hogares de Propósitos Múltiples años 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010.
 

EL TRABAJO INFANTIL EN LA INDIA

La India tiene una población de 1.070 millones de habitantes con una extendida pobreza desde hace décadas, que actualmente alcanza a 450 millones de personas.
Aunque desde hace algunos años este país viene creciendo y desarrollándose económicamente y ganando mercados en el mundo, se pueden observar mejoras en la calidad de vida de muchas personas, pero aún falta muchos problemas por resolver. Uno de los más graves es el trabajo infantil que ha resurgido con gran fuerza desde hace 20 años justamente como una forma de potenciar la economía, abaratar costos y poder vender a nivel internacional a un precio mas competitivo.
Desde hace unos años y luego de escándalos muy resonantes de empresas multinacionales que explotaban niños para bajar costos y aumentar ganancias, el estado Indio comenzo a tomar medidas por las presiones de ONGS internacionales y organizaciones como Unicef, la OIT, entre otras para desalentar y disminuir el trabajo infantil.
Se legisló una ley que  prohibe que niños menores trabajen en ciertos actividades que son altamente peligrosa, se regula la cantidad de horas de trabajo, se busca eliminar la explotacion laboral infantil como el encierro, el maltrato, etc, entre otros benficios.
Hoy, hay según estimaciones de la OIT alrededor de 60 millones de niños menores de 14 años trabajan y buena parte de ellos en estado de casi exclavitud en diferentes sectores económicos en la India.
Las niñas son las que se encuentran en peor situacion ya que no solo trabajan muchisimas horas sino que tambien deben soportan abusos sexuales de sus empleadores.
De a poco se va avanzando en concientizar a las personas de que los niños no deben trabajar. Es importa cambiar la percepción de la sociedad sobre los derechos de los niños pero esto debe ser acompañado de medidas del estado para que los adultos puedan desarrollarse productivamente y puedan mantener sus familias y no se vean obligados a hacer trabajar a los niños.
Erradicar el trabajo infantil definitivamente de la India llevara tiempo pero con el esfuerzo del estado, la ayuda internacional es posible devolverle y evitar que más niños pierdan su infancia por tener que trabajar.

martes, 23 de julio de 2013

INFANCIA -BIRMANIA-ANTECEDENTES

WASHINGTON, 31 oct 2007 (IPS) - La dictadura militar de Birmania estará la semana próxima bajo el escrutinio de la comunidad internacional otra vez, a causa de sus prácticas de reclutamiento forzoso de niños soldado.

El Grupo de Trabajo sobre los Niños y Conflictos Armados del Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá para considerar las evidencias sobre incorporación de niños al ejército, divulgadas este miércoles por la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
"La brutalidad de la dictadura militar birmana va más allá de la represión de manifestantes pacíficos", dijo Jo Becker, activista por los derechos de los niños de HRW y autora del informe. "Los reclutadores militares literalmente compran y venden niños para enlistarlos en las fuerzas armadas", afirmó.
La investigación de 135 páginas se titula "Sold to be Soldiers: The Recruitment and Use of Child Soldiers in Burma" ("Vendidos para ser Soldados: El Reclutamiento y Empleo de Niños soldado en Birmania").
Con datos obtenidos en Birmania, China y Tailandia, el estudio revela cómo niños de hasta 11 años son forzados a enrolarse.