¿Qué
es el trabajo infantil? El trabajo infantil es toda actividad económica
o de supervivencia, remunerada o no, ya sea en el sector formal o
informal, realizada por personas por debajo de la edad mínima
establecida para la admisión del empleo y que atenta contra su
desarrollo pleno.
En El Salvador, desde hace décadas, ha existido la práctica de utilizar a
los niños y niñas como fuerza laboral no remunerada dentro del núcleo
familiar, especialmente en el área rural y en menor escala en el sector
urbano, y es un fenómeno que se vive sobre todo en aquellas familias
con bajos ingresos económicos.
Pero aunque este fenómeno está arraigado culturalmente en la sociedad
salvadoreña, sobre todo en las zonas rurales, en las que se percibe el
trabajo infantil como necesario e indispensable dadas las condiciones
económicas precarias (pobreza y extrema pobreza en la que viven), El
Salvador ha venido dando pasos para conocer la problemática y trabajar
en su disminución y erradicación.
El Salvador es país signatario de los compromisos internacionales de
protección integral de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, y ha
ratificado los convenios de la OIT relativos a la edad mínima para la
admisión del empleo (138), y el convenio 182 sobre las Peores Formas de
Trabajo Infantil. Unido a eso, en 2009, el Estado salvadoreño adoptó
como política pública "la Hoja de Ruta", la cual establece la
eliminación de las peores formas de trabajo infantil.
Según datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de
2010 realizada por la Dirección General de Estadísticas y Censos
(DIGESTYC) del Ministerio de Economía, todavía hay en el país 177,070
niñas, niños y adolescentes ente 5 y 17 años de edad realizaban algún
trabajo para ayudar a la economía familiar, lo que representa que uno de
cada 10 niños salvadoreños realizó algún tipo de actividad laboral en
ese año.
Dicha cifra, sin embargo, representa una reducción del 6.2% con respecto a 2009
Del total de menores trabajando registrados en 2010, un 62.1% vive en
las áreas rurales del país. También de esas mismas cifras se desprende
que la mitad de la fuerza laboral infantil trabaja en actividades
agropecuarias; mientras que un 27.7% lo hace en comercio, restaurantes y
hoteles, y un 10.4% en la industria manufacturera, y un 3.1% en el
área de servicio doméstico. La EHPM 2010 determinó además que la gran
mayoría de niños y niñas, un 60.9% en total, trabaja sin remuneración en
establecimientos familiares, y otros 21.68% fungen como asalariados
temporales.
Otro dato interesante es que el 41.56% de la población infantil que
trabaja no estudia; pero en el área urbana esto representa 43.08% y en
menor magnitud en el área rural, con un 39.07%.
Por grupos de edad se observa que la mayoría tiene una edad entre 10 a
17 años, esto último, sustenta la hipótesis de que a medida que aumenta
la edad, mayor es la probabilidad de incorporarse al mercado laboral.
Haciendo una comparación de los resultados de la Encuesta de Hogares de
Propósitos Múltiples de 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010 observamos que
durante los primeros años se evidenció un notable descenso en la
población infantil y juvenil trabajadora, mientras que en 2008 vuelve a
mostrar un incremento para nuevamente mostrar una reducción en 2009 y
una más significativa en 2010.
Año
|
Total
|
Rango de edad / Años
|
5 a 9
|
10 a 14
|
15 a 17
|
2005 |
208,213 |
5.30% |
43.80% |
49.90% |
2006 |
205,209 |
3.60% |
42.00% |
54.40% |
2007 |
172,588 |
3.40% |
43.70% |
52.90% |
2008 |
190,525 |
3.80% |
46.30% |
49.90% |
2009 |
188,884 |
3.60% |
41.70% |
54.70% |
2010 |
177,070 |
2.95% |
39.95% |
57.09% |
Fuente: Encuestas de Hogares de Propósitos Múltiples años 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010. |
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